El descontrol es total
Los niños se alborotan con los cuetes…
Las mujeres afuera insisten en pedir posada…
Los perros ladran a la menor provocación…
Y yo no tengo refri para enfriar la cerveza…
Es un lugar pintoresco a pesar de la aridez, pero extraño las noches retorcidas de mi hogar, todo ha cambiado tanto.
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