Cuando era más joven la amistad se trataba de lealtad y de confianza, era un vinculo impenetrable entre dos personas que se complementan, una complicidad distinta al amor, pero casi tan intensa.
Pero ahora los amigos, viejos y nuevos, velan solo por sus propios intereses, olvidan y confían en que uno entienda, se traicionan a si mismos y esperan que uno los traicione fingiendo que todo esta bien y que cuando el peso de sus acciones les caiga encima, uno siga ahí, en pie para ayudar a levantarlos y sin reproches por las acciones cometidas, acciones que en su ceguera, lastiman y desilusionan.
¿Que huevos no?
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